jueves, 16 de mayo de 2013


Diarios de la calle
En esta película, desde mi punto de visto, tiene muchos aspectos a destacar. El primero es como los institutos segregan a los alumnos sin saber si pueden ser inteligente o llegar a las competencias del curriculum oficial. Los profesores directamente discriminan a los chicos y chicas de procedencia extrajera, por el simple hecho de que no siguen con sus estudios superiores.

Además no quieren que estos alumnos usen los materiales escolares. Estos materiales están para que todos hagamos uso de ellos. Cuántas veces hemos ido al almacén de nuestro colegio y estaba llenos de materiales sin usar, cogiendo polvo. En algunos centros escolares no les dejan que el alumnado haga uso de ellos porque no quieren que se estropeen, pero esos materiales están para que todos los chicos y chicas los puedan disfrutar.

Como apreciamos en la película la profesora tiene que conseguir el dinero para comprar los materiales necesarios para sus alumnos, habiendo en el colegio una biblioteca llena de libros para que todos los alumnos puedan hacer uso, excepto los chicos de la que es considerada la peor clase.

Este acto demuestra la segregación, ¿Por qué a unos si y a otros no, si se dice que todos somos iguale? Esto sucede por los pensamientos preconcebidos que tiene algunas veces la sociedad. Se piensa que para que esforzarte si ese alumno no quiere estar en el colegio, pero se refleja en Diarios de la calle que con esfuerzo y demostrándole a tus alumnos que estas ahí no solo como profesor sino como un punto de apoyo hace que creen en ellos y que son capaces de terminar con las ideas de que no podían hacer nada.

Pienso que la escuela debe ser un lugar donde todos los chicos y chicas puedan sentir que es su segundo hogar. Un lugar donde todos los niños puedan ir sin miedo y que no se levante cada mañana pensando “otra vez al colegio”, sino que se despierte con ilusión y que no quieran faltar ningún día y que vayan con ganas de aprender más cada día.